Un propósito no se consigue intentando hacer algo, sino haciéndolo.
Intentar es una palabra desde mi punto de vista negativa a la hora de conseguir algo en nuestra vida. Cuando alguien dice: “lo voy a intentar”, es como si detrás encerrara una falta de fe en que se pueda lograr. Para hacer que algo se suceda no hay que intentar sino tener una decisión inquebrantable de hacerlo, ya que ello nos lleva al compromiso y a una actitud de éxito.
La intención no es suficiente, hay que efectuar movimientos. Hace falta un propulsor.

Algunas actitudes que ayudan a ponernos en movimiento son:
-Trabajar duro:
Agenda en mano planificar cada día al detalle, para no dejar huecos libres donde no sepamos que hacer.
Mantener la agenda llena de actividades que nos lleven hacia nuestros objetivos e ir tachando cada día, nos ayudará a no paralizarnos y mantenernos activos.
-Adaptarnos:
La vida está en constante cambio. Hay veces en que nos van las cosas “Bien” y hay veces en que no nos van tan bien. Lo importante es mantenernos disciplinados, adaptarnos a las circunstancias y seguir trabajando hacia nuestra meta aunque a veces no nos apetezca. Esto hará que nos convirtamos en personas más pacientes y constantes en otros aspectos de nuestra vida.
-Ser optimistas:
Aunque parezca un tópico, detrás de la mayoría de las personas que alcanzan lo que se proponen, guardan una gran dosis de pensamiento positivo. Si aprendemos a mantener el pensamiento correcto a pesar de los problemas que se nos puedan presentar, tendremos más probabilidades de que la apatía y la desgana nos invadan, y así nos mantendremos activos.
Lo mejor es dejar de intentar y comprometernos a actuar. Ser firmes y no detenernos hasta que los resultados aparezcan.
Nadie dijo que fuera fácil, pero merece la pena.
“Así como el hierro se oxida por falta de uso, también la inactividad destruye el intelecto. – Leonardo da Vinci”
Bss.
Asun.

Asun Muñoz