A menudo, digo a menudo porque nada es para siempre, la vida cambia constantemente, nos sentimos desdichados.
A los ojos de los demás, tenemos la vida perfecta, pero nosotros no nos conformamos con lo que tenemos y nos sentimos infelices. ¿Por qué sucede esto?
Aprender a valorar lo que tenemos es el primer paso para ser felices. A veces nos suceden desgracias, que nos hunden durante un tiempo, sin embargo, si conseguimos salir de éstas, la mayoría de las veces salimos fortalecidos y si aprendemos de ellas, incluso con el tiempo puede ser que hasta nos alegremos de lo sucedido.
Que la felicidad está dentro de nosotros, es un hecho. Aprender a disfrutar de lo que tenemos es algunas veces una asignatura pendiente. Podemos ver a muchas personas que aparentemente lo tienen todo, éxito, dinero, poder y no consiguen la tranquilidad que desean, sin embargo, y personas, sin trabajo, con pocos recursos económicos, y pasando un mal momento aparentemente a la vista de los demás, pueden ser las personas más felices del mundo. Tan solo contando con autoconfianza, siendo positivos con vista a un futuro mejor y teniendo al lado a gente integra con las que haya amor y complicidad, todo es posible. Muchas veces tienen que pasarnos desavenencias para valorar lo que tenemos y ni siquiera antes nos imaginábamos que teníamos.
Recordar que todo pasa, y ser fuertes para aguantar los malos momentos, nos ayudará a salir antes de los problemas de la vida.
Recordar también que cuando las cosas van a nuestro favor, no relajarse, no dormirse en los laureles y aprovechar el impulso para subir más alto y que la racha sea duradera.
Disfrutemos de lo que tenemos e intentemos ser mejores personas cada día. Con esperanza, compromiso e ilusión, todo puede estar a nuestro alcance.